TUTORIAL AUTOCAD HERRAMIENTAS DE EXPRESIÓN CAPAS.


A cada una le debemos definir un nombre y decidir en qué capa quedará cada objeto. De ese modo, y como veremos en los siguientes apartados, podemos activar o desactivar las capas, haciendo que sus elementos se presenten o desaparezcan del dibujo, como si agregáramos o quitáramos acetatos. Además, con las capas es posible controlar de modo organizado la determinación de las propiedades de los objetos. Por ejemplo, para la capa “líneas ocultas” podemos definir un color azul y que el estilo de línea sea punteado. Así, todos los objetos que estén ubicados en esa capa, tendrán ese color y ese estilo. Con lo que la creación de nuevos planos ya sólo depende de los trazadores (plotter) y las impresoras y no de quitar o añadir elementos antes de imprimir.


Cabe decir que la definición de cuántas capas usar y qué nombres tendrán puede ser decidida por usted, por supuesto, en función de su trabajo concreto. Pero en las distintas industrias ya existen estándares para el uso de las capas. Dichos estándares varían de acuerdo a la industria específica y pueden tener, además, particularidades en cada empresa. Por lo que sería largo e infructuoso abundar al respecto. Pero vale la pena insistir en el hecho de que debe tenerse esto en cuenta si se va a trabajar en Autocad en un ambiente corporativo, en donde seguramente tendrá que enfrentar esos criterios e incluso otros para el uso de estilos de línea y de los colores.

Otra observación útil es que el uso de las capas debe ser planeado antes de iniciar la elaboración de objetos. Si bien es posible crear capas en cualquier momento en Autocad, lo cierto es que eso podría obligar al usuario a reubicar de capa objetos ya elaborados, lo que podría resultar en más trabajo del necesario. Esto podría llevar al lector a preguntarse porqué no vimos el tema de capas antes del de la elaboración de los objetos. Lo que ocurre es que presento el tema de las capas en esta sección, y no antes, por atender a un criterio de exposición didáctico, que no siempre coincide con el orden real en que, en la práctica, los programas son utilizados.

Por lo que insistimos en que la creación y uso de las capas es parte de la planeación de su trabajo, aunque no tenía sentido exponerlo antes siquiera de crear algún objeto con Autocad.

Creación de capas:

Para crear las capas, darles nombre y definir sus propiedades de color, estilo de línea, grosor y estilo de trazado, usamos el “Administrador de propiedades de capas”, el cual aparece con el menú “Formato Capa”, con el botón del panel “Capas” del centro de controles o con el comando Capa.


El cuadro de diálogo se compone de dos paneles. El de la izquierda muestra una vista “de árbol” de los grupos de capas y filtros grabados, que estudiaremos más adelante en este mismo capítulo. A la derecha, está la vista de lista, que muestra las capas según el grupo o filtro especificado a la izquierda.

Para crear una capa usamos el botón “Nueva capa” del “Administrador de propiedades de capa”.


Los nombres de las capas pueden contener hasta 255 caracteres, pero como suele ocurrir en estos casos, nombres cortos, pero lo suficientemente descriptivos, son mejores. Además, ya mencionamos que si usted usa Autocad en una empresa, lo más probable es que tenga usted que seguir las normas al respecto.

Una vez que hemos creado una capa, podemos indicar sus propiedades de color, grosor y estilo de línea haciendo doble clic en la propiedad a cambiar.


La propiedad “Estilo de trazado” es tema del capítulo 28 pero adelantemos diciendo que es posible definir que los objetos de cada capa se impriman con grosores y colores de línea distintos a los que tiene la capa, de acuerdo a un “estilo de trazado” , para que la impresión de un plano sea más flexible.

Otra posibilidad que nos da el Administrador es que podemos seleccionar qué capas se van a imprimir y qué capas no. Con un clic en el icono correspondiente de la columna “Imprimir”, evitaremos que dicha capa se imprima. Así, podemos añadir a nuestro dibujo, en una capa para ese fin, objetos que sirvan de referencia o con información relevante para trabajar, pero que no deben quedar en los planos finales.


Si ya tenemos creadas todas las capas necesarias, podemos hacer que alguna de ellas sea la capa activa, de modo que todos los objetos dibujados a partir de ese momento pertenezcan a esa capa. Para eso, pulsamos en una capa y luego usamos el botón correspondiente de la barra de herramientas. Un doble clic a la capa tiene el mismo efecto, es decir, la convierte en la capa activa.


Si estamos en el área de dibujo, podemos cambiar de capa seleccionándola de la lista de capas del panel correspondiente del centro de controles.


Si la planeación de nuestros dibujos están ahora basados en su organización por capas, entonces debemos conocer cómo se manipulan y qué ventajas nos ofrecen al momento de crear objetos. Por ejemplo, si decidimos que un objeto debe pertenecer a otra capa, entonces lo seleccionamos y elegimos su nueva capa de la lista del centro de controles que mostramos arriba. Al cambiar de capa, el objeto cobra sus propiedades.


Si hizo el cambio anterior, habrá notado que al momento de seleccionar un objeto, la barra “Propiedades” presenta la capa a la que ese objeto pertenece, pero eso no convierte a esa capa en la capa actual. Para eso sirve el primer botón de la barra: al pulsarlo, convierte en actual la capa del objeto seleccionado. Por lo que conviene aprovechar para ver qué botones tenemos en el panel de capa del centro de controles.


Por otra parte, ya habrá notado que tanto en la lista desplegable del panel, como en la ventana del “Administrador de propiedades de capas” hay un icono de un candado. Con un clic, dicho icono bloquea la capa, lo que impide que podamos editar los objetos que contiene. Es decir, podemos crear objetos nuevos, pero no modificar los existentes.


Como explicamos al principio, también podemos hacer que los objetos de una capa aparezcan o desaparezcan de pantalla como si retiráramos o añadiéramos acetatos. Para ello podemos desactivar a capa o inutilizarla. El efecto en pantalla es aparentemente el mismo: dejan de verse los objetos de esa capa. Sin embargo, internamente existe una diferencia de consideración, los objetos de las capas desactivadas se vuelven invisibles, pero su geometría sigue considerándose para los cálculos que hace Autocad cuando regenera la pantalla después de un comando Zoom o Regen, que redibuja todo. Por su parte, inutilizar una capa no sólo vuelve invisible los objetos que contiene, sino que también dejan de considerarse para esos cálculos internos. Es como si dichos objetos dejaran de existir, así sea mientras la capa esté inutilizada.


La diferencia entre ambos procedimientos no es realmente relevante en dibujos sencillos dada la velocidad en que pueden realizarse los cálculos internos. Pero cuando un dibujo llega a ser muy complejo, inutilizar puede ser práctico si vamos a prescindir de algunas capas por mucho tiempo, pues ahorramos cálculos y, por tanto, tiempo de regeneración del dibujo en pantalla. En cambio, si inutilizamos capas con miles de objetos sólo para que sean invisibles por un momento y luego las reutilizamos, obligamos a Autocad a realizar todos los cálculos de regeneración, lo cual puede durar algunos minutos. En esos casos es mejor desactivar.


Quienes trabajen en cualquier área de ingeniería o arquitectura, saben que los planos de grandes proyectos, como un edificio o una basta instalación de ingeniería, pueden tener decenas o cientos de capas. Esto implica un nuevo problema, pues la selección de capas, su activación o desactivación o, simplemente, el cambio de una a otra podrían significar un enorme trabajo de búsqueda entre esos cientos de nombres. Para evitarlo, Autocad también permite discriminar capas para su uso aplicando filtros. Esta idea es similar a los filtros de objetos que ya vimos en el capítulo 15. De modo que podamos aplicar un filtro para trabajar sólo con grupos de capas que tengan determinadas propiedades o cierto nombre común. Además, también es posible crear los criterios con que se van a filtrar las capas y guardarlos para futuras ocasiones.

Estos filtros, por supuesto, pueden usarse desde el “Administrador de propiedades de capas”.


Para generar un nuevo filtro de capas, pulsamos el primer botón de la barra, lo que mostrará un cuadro de diálogo donde podemos definir los criterios de selección y el nombre que tendrá el filtro mismo. Una vez creado, el filtro pasará a formar parte de la vista de árbol.


En cada columna, debemos especificar las características de las capas a mostrarse. Un ejemplo simple consistiría en seleccionar aquellas capas cuyo color de línea fuera magenta.


Así, bastaría con usar cualquier combinación de propiedades en las columnas para filtrar las capas:

Tipo de línea, grosor, estilo de trazado, por nombre (usando comodines), por estado, si están inutilizadas o bloqueadas, etcétera.

De hecho, este estilo de filtrar las capas es lo que, en bases de datos, se llama “query by example” (“consulta mediante ejemplo”). Es decir, en las columnas ponemos las propiedades de capa que deseemos, sólo aquellas que cumplen con esos requisitos son las que se presentan.


Observe que una vez que le damos nombre al filtro y pulsamos “Aceptar”, éste pasa a formar parte del árbol del panel izquierdo, para ser activado con un simple clic.


Ahora bien, también es posible crear grupos de capas sin que necesariamente tengan elementos en común, como características de línea o color o ciertos caracteres en su nombre y que, por tanto, tengan que expresarse en términos de un filtro grabado.


Los “Filtros de grupo” son grupos de capas que el usuario selecciona a su libre albedrío. Para crear uno, pulsamos el botón correspondiente, le damos un nombre y, simplemente, arrastramos de la lista de la derecha las capas que deseamos formen parte de dicho grupo.


De este modo, al pulsar en el nuevo filtro, aparecerán las capas que hayamos integrado a él. Considere que la creación de filtros de capas y filtros de grupos no tiene efectos sobre las capas en sí y, mucho menos, sobre los objetos que contienen. De modo que puede crear tantas ramas como sean necesarias en su vista de árbol. Dichos filtros y grupos de capas también pueden aplicarse desde el panel de capas del centro de controles.


Como hemos mencionado, un proyecto complejo en Autocad puede llegar a tener cientos de capas. Estas, como acabamos de ver, pueden ser filtradas para que sólo sea visto el grupo de ellas con las que nos conviene trabajar. Supongamos ahora que, a su vez, muchas de esas capas son desactivadas, otros inutilizadas, algunas más se han bloqueado para que los objetos que contienen no puedan ser editados y, finalmente, les hemos creado, como se verá más adelante, diversos estilos de trazado para manipular de diversas maneras la impresión de planos. Con lo que tenemos a las capas en un estado especial en dos sentidos. Por una parte, al conjunto se le ha aplicado un filtro que oculta algunas en la lista del Administrador y hace ver otras y, por otra parte, cada una guarda una situación especial en sus diversos parámetros. ¿Qué pasaría si el día de mañana deseamos darle a las capas, de nueva cuenta, esta configuración especial? Mejor aún, ¿qué pasaría si aplicamos otro filtro, desactivamos e inutilizamos otras y, en general, aplicamos de nueva cuenta múltiples cambios y, por necesidades obvias, deseamos volver a la configuración del día de ayer? Para eso sirven los “Estados de capas”, los cuales, en realidad, son sólo pequeños archivos en donde se guardan los parámetros actuales de las capas para restituirlos cuando se desee. A cada “estado de capa” le damos un nombre y luego podemos llamarlo para que el Administrador presente la lista de capas y los parámetros correspondientes contenidos en dicho estado. Esta idea de grabar parámetros de cierto tipo para reutilizarlos después ya la hemos visto antes y volveremos a ella con frecuencia en Autocad, desde los “estilos de texto”, los “perfiles de usuario”, los “grupos de objetos” y la “administración de vistas” entre otros muchos, por lo que creemos innecesario extendernos respecto al concepto subyacente en los “estados de capas”, por lo que veremos cómo se graban y restituyen.


Una característica muy interesante de Autocad es la conversión de capas. Este proceso homogeniza las capas de un dibujo a las capas de otro o de un archivo con los estándares de capas. En otras palabras, si recibe un dibujo de otra persona con estándares de capas distintos al suyo, simplemente puede convertir esas capas a las que sean equivalentes en sus dibujos, por ejemplo, las de muros, con la capa que tenga muros en los suyos, las de instalaciones, etcétera. Al convertir las capas, éstas no sólo cambiarán de nombre, también adquirirán las propiedades que usted les haya asignado.

Otra ventaja de este mismo cuadro de diálogo es que permite distinguir claramente todas aquellas capas que no estén referenciadas en el dibujo, es decir, que no contengan objetos y que, por tanto, no estén siendo utilizadas, cosa nada improbable en dibujos que crecen en complejidad. Para abrir el conversor de capas, como siempre, podemos usar el menú, un botón o un comando.


Para convertir las capas del dibujo actual a las de alguna lista preestablecida, debemos cargar esas capas modelo de otro dibujo o plantilla con el botón “Cargar”. Luego hay que seleccionar la capa a convertir y la capa en que se convertirá y pulsamos el botón “Mapa”, con lo que ambas capas aparecerán en la lista de la parte inferior del cuadro de diálogo, donde se muestran las propiedades que adquirirá la capa convertida.


Supongamos ahora que recibiremos muchos dibujos con la misma lista de capas y que siempre vamos a convertirlas a los criterios de capas de nuestros dibujos. En esos casos, podemos guardar el mapeado que acabamos de elaborar para futuros usos con el botón del mismo nombre y área. Finalmente, para cambiar las capas, usamos el botón “Convertir”, que concluirá el proceso.


El menú “Formato-Herramientas de capa” contiene diversos comandos que sirven para aprovechar la disposición de los objetos de un dibujo en capas manipulándolas en diversos sentidos.

Muchas de estas herramientas son de un uso obvio con lo que hemos estudiado hasta ahora, por lo que podemos enlistarlas rápidamente:

- Fijar como actual la capa del objeto. Como su nombre lo indica, seleccionamos un objeto cualquiera del dibujo y usamos esta opción, la capa en la que reside se volverá la capa activa. Los nuevos objetos dibujados formarán parte de esta capa.

- Capa previa. Parecería que, por ende, este comando vuelve activa la capa inmediata anterior. No necesariamente. En realidad, devuelve el arreglo de capas a su estado anterior, lo que puede implicar no sólo a la capa previa, sino a varias de ellas, desactivadas e inutilizadas.

- Igualar capa. Cambia la capa de los objetos seleccionados a la capa de un objeto destino. Es pues un método rápido para dejar diversos objetos en una sola capa.

- Cambiar a capa actual. Es similar a la anterior, sólo que en lugar de escoger un objeto para igualar a su capa, las capas de los objetos seleccionados se igualan a la capa actual.

- Copiar objetos en una nueva capa. Se crean copias de los objetos seleccionados en una capa distinta a la de dichos objetos. Para indicar la capa destino, debe indicarse un objeto de dicha capa.

- Aislar capas. Desactiva todas las capas, excepto la de los objetos seleccionados.

- Aislar capas en la ventana gráfica actual. Como veremos en el apartado 27.3, es posible tener en pantalla un arreglo de ventanas (llamadas gráficas) mostrando distintas vistas del mismo dibujo. Por tanto, este comando, igual que el anterior, desactiva las capas de los objetos no seleccionados, pero sólo en la ventana gráfica actual, dejando activas las capas en el resto de las ventanas.

- Desaislar capas. Revierte el efecto de las dos opciones anteriores.


- Desactivar capas. Es el procedimiento inverso a los anteriores, desactiva las capas de los objetos seleccionados.

- Activar todas las capas. Bueno, ¿qué les puedo decir que no sepan ya? De hecho, lo mismo ocurre con “Inutilizar capas” y “Bloquear capas”, con las diferencias que ya han sido expuestas arriba.

- Fusionar capas. Traslada los objetos de una capa a otra y elimina la primera del dibujo.

- Suprimir capa. Elimina una capa del dibujo.

La opción del menú que omitimos hasta ahora es “Recorrer las capas”. Es un método simple para darse una idea global de la disposición de los objetos y administración de las capas en un dibujo. Al usarlo, se abre un cuadro de diálogo con una lista de todas las capas disponible. Al pulsar sobre alguna capa se desactivan del dibujo todas las demás, mostrando sólo los objetos de la capa seleccionada. Como el cuadro de diálogo permanece en pantalla, es posible pulsar sobre otra capa, con lo que, de nueva cuenta, sólo sus objetos estarán visibles y así sucesivamente hasta que, precisamente, se recorran todas las capas si se desea.

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